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Vulnerabilidad de las Mujeres en la Vejez

La Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la resolución A/RES/66/127 determinó que el día 15 de junio se conmemoraría el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. El lema en este año 2023 es "Abordar la violencia de género en la vejez: políticas, leyes y respuestas de base empírica”.


El objetivo de crear un día sobre este tema fue fomentar el empoderamiento de las personas mayores, promover sus derechos y sensibilizar sobre las necesidades de cada persona durante el envejecimiento.


Los adultos mayores se encuentran en una situación de gran fragilidad porque su pérdida de musculatura, disminución de la vista, desarrollo de enfermedades degenerativas o discapacidades, los vuelve dependientes de otras personas para realizar actividades básicas como comer, ir al baño, vestirse o caminar.


Como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre las enfermedades más comunes que enfrenta la población longeva se encuentra la pérdida de audición, las cataratas, la osteoartritis, las neumopatías obstructivas crónicas, la diabetes y la demencia.


De acuerdo con cifras de la OMS, 1 de cada 6 personas mayores de 60 años ha sido víctima de algún tipo de maltrato situación que prevalece en todo tipo de países y muchas veces es perpetuado por los familiares, los conocidos, enfermeros o hasta cuidadores, dañando la integridad física, mental y emocional de los afectados.

Los tipos más frecuentes de maltrato que sufren las mujeres y hombres mayores de 60 años son los siguientes:

  • Maltrato físico: actos que dañan el cuerpo de la persona.

  • Maltrato psicológico: expresiones verbales o no verbales que generen ansiedad, baja autoestima, angustia y sufrimiento.

  • Abuso sexual: contacto sexual no consentido por el adulto mayor.

  • Abandono: dejar a la persona en desamparo.

  • Financiero: uso no autorizado de los recursos económicos y propiedades de la persona.

  • Discriminación.

  • Marginación.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), "las personas de edad avanzada suelen trabajar en empleos mal remunerados, viven del apoyo de la familia o sus ingresos se limitan a las pensiones.”


El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) estima que en México residen 17,958,707 personas de 60 años y más, lo que representa 14% de la población total del país.


De acuerdo con la "Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo" (ENOE) se calcula que 33 de cada 100 personas de 60 años y más son parte de la Población Económicamente Activa (PEA) (alrededor de 12,110,210 personas). De las personas adultas mayores ocupadas, 70% trabaja de manera informal y un poco más de la mitad (51%) realiza trabajo doméstico. La tendencia señala que más del 53% de las personas que se dedican a realizar labores domésticas son mujeres.


Si esta realidad no fuera suficientemente alarmante, son las mujeres mayores de 60 años son las que padecen más maltrato. De acuerdo con la "Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares" (ENDIREH), “14.6% de las mujeres de 60 años y más edad experimentan violencia total; 13% violencia psicológica; 1.5% violencia física y 4.7% violencia económica y/o patrimonial.”


También cifras del INEGI indican que de las personas mayores de 80 años, 62% son mujeres, las cuales se encuentran en condiciones económicas precarias, porque muchas de ellas no cuentan con un esquema de jubilación y dependen de su pareja, hijos o descendientes.


Es necesario sensibilizar sobre la situación de los adultos mayores, ya que muchas de las circunstancias que enfrentan ocurren en entornos privados donde quedan a merced de sus familiares o personal de apoyo. El gobierno de México debe ampliar los programas sociales para dejar de enfocarse únicamente en los apoyos en forma de transferencias económicas, que en muchas ocasiones no llegan a los bolsillos de las personas adultas mayores. En su lugar deberá conformar espacios de asilo donde se garantice el cuidado y protección de esta población.


Los gobiernos del mundo y otro tipo de instituciones como las educativas, empresariales y sociales también tienen un gran desafío para contribuir en la generación de esquemas de soporte, ya que las tendencias de crecimiento demográfico evidencian que en 2030, 1 de cada 6 personas en el mundo tendrá 60 años o más (y en 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%). En particular se deberá hacer un énfasis de protección a mujeres adultas mayores, a la población con discapacidad y a las personas con enfermedades degenerativas asociadas a la edad.


Fuentes:

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